¿CUÁL ES LA TEMPERATURA DE USO DE UN AIRE ACONDICIONADO?
La temida cuenta de luz.
En este extraño verano que estamos viviendo, de altas temperaturas y
mucho calor que a veces se transforma en algo parecido al invierno, más de
alguien estará preocupado por ese importante detalle relacionado a paliar el
calor: la temida cuenta de la luz.
A pesar de los esfuerzos esta suele subir más de lo esperado, algo que también
se repite a la inversa en época de invierno. Se podría pensar que es un
sacrificio por mantener el hogar temperado, ¿verdad? Afortunadamente, no es tan así.
Te invitamos a conversar acerca de dos importantes factores que, en gran
medida, son los responsables de convertir tus cuentas de luz en una auténtica
fuente de terror: falta de eficiencia energética en tus aparatos de aire
acondicionado frío / calor, y mal uso de los sistemas de refrigeración /
calefacción.
¿Cómo puedo hacer que mi aire
acondicionado frío / calor sea más eficiente?
Existen una serie de hábitos recomendables para preservar la
eficiencia de tus equipos de aire acondicionado frío / calor. A continuación,
hablaremos de las más destacadas:
- Mantener una temperatura adecuada. Muchas personas cometen el error
de ajustar muy baja la temperatura del aire acondicionado en verano, y
demasiado alta en invierno. Esta mala práctica no solo supone un
incremento en el gasto energético, también perjudica tu salud, pues una
diferencia de temperatura mayor a 12 grados entre el exterior y el
interior de la casa propicia los resfríos. Lo recomendable es mantener la
temperatura entre 23 y 26 grados en verano, y entre 20 y 24 grados en
invierno.
- Encender y apagar el aire acondicionado frío / calor solo cuando
sea necesario. Sucede muy a menudo que las personas no tienen en cuenta la temperatura
real en calle y nada más entrar a la casa encienden el termostato,
simplemente por costumbre. Para generar ahorros recomendamos hacer uso de
las fuentes naturales de frío y calor, por ejemplo: durante las noches de
verano la temperatura suele bajar, con lo que abrir algunas ventanas para
que corra el aire fresco es una buena solución. En invierno pasa algo
similar; ¿cuántas veces aparece un sol radiante mientras la calefacción
está funcionando a tope? Seguro que muchas.
- Puertas y/o ventanas mal cerradas. Es habitual en casi todos los
hogares no percatarse de alguna puerta o ventana mal cerrada. Al asegurar hermeticidad,
lograremos que el motor de tu aire acondicionado frío / calor no deba
estar en constante funcionamiento, ahorrando en consumo y protegiendo
también su vida útil.
- Mantener filtros y salidas limpios. Aquí encontramos otra mala
práctica muy común, pues pocas veces se asegura que los filtros, como las
salidas y entradas del aire acondicionado estén libres de suciedad. Hacer
un mantenimiento periódico y estar atento al cambio de filtros y limpieza
de los aparatos se convertirán en aliados para que tu aire acondicionado
frío / calor siga funcionando con la mayor eficiencia.
- Encontrar la ubicación ideal para instalar el equipo. Este paso es fundamental, y no
siempre se le da la importancia que merece. Colocar el equipo de aire
acondicionado frío / calor en un lugar que no favorece sus funciones es un
desperdicio de dinero y energía eléctrica. Recuerda que, cuando eliges un
equipo, no solo debes mirar el precio, modelo y potencia; su colocación
también es un factor a considerar.
- Escoger el aire acondicionado frío / calor conveniente para tus
necesidades. ¿Cuántas veces se adquiere un equipo con energía
insuficiente para un gran espacio? ¿Y viceversa, se desperdicia energía en
un espacio pequeño con un equipo muy grande? Para evitarlo, lo mejor es
asesorarse y buscar consejos de un experto, ellos te dirán qué equipo es
el más adecuado y en dónde instalarlo para sacarle el máximo provecho y
conseguir la mayor eficiencia.
- Invertir en eficiencia energética. Para finalizar, te dejamos este
importante consejo a la hora de escoger tu aire acondicionado frío / calor:
optar por un equipo eficiente inevitablemente se traducirá en ahorro
monetario a la hora de pagar la temida cuenta de la luz. Lo mejor
es pedir la etiqueta energética, o certificado de eficiencia energética, y
optar siempre por aquellos equipos que cuenten con una calificación de A o
A+.
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